DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN DE VALORES

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jueves, 20 de octubre de 2011

HALLOWEEN: LA FIESTA QUE DESTRUYE NUESTRAS TRADICIONES

 
Una tradición tiene por objeto la enseñanza de valores a los descendientes. Valores que le dan identidad y personalidad a todo un pueblo. Las costumbres y tradiciones típicas de nuestro país se distinguen precisamente por la difusión de valores trascendentales como el amor a la madre, el respeto a la vida, dignificación de la muerte y recuerdo de un ser querido, amor a la patria, el recuerdo de un héroe  etc.
Pero ¿qué valores se transmiten con la celebración del 31 de octubre importada a nuestro país festejando el día de las brujas? Según el diccionario, una bruja o hechicera es una persona que hace trato con el diablo para tener poderes sobrenaturales y hacer maleficios. Pero aunque se tratara sólo de una creencia popular es fácil entender que por lo menos una bruja es una persona que se dedica al chantaje, al fraude y a la difusión del fanatismo y la superstición, muy contrarios a lo que el Artículo 3ro. de la Constitución pide que se fomente en las escuelas.
Nuestras escuelas son formadoras y debieran inculcar el amor por nuestros símbolos patrios, transmitir lo más valioso de nuestra cultura y tradiciones, y cuando esto no sucede no nos levantamos para protestar sino que hasta los papás apoyan aún más mandando a los pequeños a la "fiesta de brujas" que organiza su escuela.
Actualmente los jóvenes, adolescentes y los niños celebran el Halloween vestidos de diablos, brujos, muertos, mounstros, vampiros, momias y demás personajes relacionados principalmente con el mal.  Pero si observamos bien, muchas de las caracterizaciones usadas como disfraz hacen alusión al instinto más bajo del ser humano, representando en forma morbosa y grotesca a personas mutiladas, decapitadas, víctimas de accidentes o de crímenes horripilantes, etc., provocando que niños y jóvenes pierdan conciencia moral, siendo insensibles al dolor humano y haciéndole perder la noción de bien y mal.
Muchos papás dicen al respecto: "Es que mi niño tiene mucha ilusión y como todos sus amiguitos ya tienen su disfraz...pues..."  Pero no piensan que festejar Halloween solo por los dulces es una forma de manipular la inocencia del niño que no sabe realmente qué festeja.
Es importante recalcar que el Halloween es una contracultura en el sentido de que esta “fiesta” no tiene como objetivo celebrar a algún héroe, ni recordar algún hecho histórico digno de ejemplo para la humanidad, sino hacer homenaje a lo grotesco, a lo horrible.  Su finalidad es saciar la morbosidad y la imaginación enfermiza creando una falta de respeto a la vida, y promoviendo entonces la contracultura de la muerte.
Sólo se celebra a lo que se admira o se quiere. No hay nadie que celebre un día dedicado a su enemigo, y un enemigo muy evidente en la actualidad para nuestros niños y jóvenes es sin lugar a dudas la violencia, y además es una gran incongruencia que un buen padre y un buen maestro fomenten una fiesta en honor a la maldad. En Halloween abundan las máscaras. Y precisamente todo este festejo con niños pidiendo dulces inocentemente es una máscara tras la que se oculta todo un aparato de comercio explotador de la curiosidad por lo más negro y malvado del ser humano.
Nuestro país es rico en tradiciones llenas de valores. Festejémoslas y enseñemos a valorar lo nuestro. La tradición mexicana de fieles difuntos no es comparable con Halloween, porque en día de muertos no se rinde homenaje a ningún dios de la muerte sino que se manifiesta el aprecio y cariño a alguien que ya no nos acompaña en esta vida y sirve para reflexionar en que algún día vamos a morir y debemos heredar lo mejor de nosotros a nuestros seres queridos. ¡Qué diferente se ven esas graciosas calaveras de azúcar adornadas con vivos colores! Pero ¿Qué valores se fomentan en la celebración de Halloween? No hay que echarle la culpa a la moda ni a la globalización. Un imperio domina no sólo por el poder del dinero y de las armas sino también por el poder de las ideas, las malas ideas. Y tanto los padres como los maestros, tienen el arma para defender nuestras valiosas tradiciones.

NO AL HALLOWEEN…
SI A NUESTRAS TRADICIONES

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