DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN DE VALORES

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jueves, 11 de agosto de 2011

La formación de hábitos en los hijos

Por Armando Robles

Es muy importante que los docentes de cualquier área, asesores, tutores y orientadores procuren el apoyo de los padres de familia en la formación de sus hijos. La escuela es un recurso del cual disponen los padres de familia para complementar la educación que deben proporcionara a la prole. Por esta razón los maestros deben conocer cómo es que los padres deben formar hábitos buenos en sus hijos y hacerles las siguientes recomendaciones que también los maestros pueden aplicar con sus alumnos.
Podemos partir de que la naturaleza del ser humano ha sido dispuesta de tal manera que durante un periodo relativamente largo de su vida depende totalmente de sus padres para sobrevivir y para lograr procurarse lo necesario para la vida física, lo cual es muy diferente a lo que sucede con muchas especies de animales en las cuales los hijos son autosuficientes casi desde el primer momento de su vida o por lo menos muy tempranamente. Por ello es la familia quien tiene el deber y el derecho, primariamente, de educar al hombre, especialmente en las primeras épocas de su vida. Este derecho es inalienable e inviolable, pues los hijos son como una proyección de los padres y su misma continuación; por otra parte, nadie como los padres será capaz de amar a los hijos, de aquí que los padres sean insustituibles en los primeros años de la niñez. Y si bien es cierto que la familia tiene primariamente el derecho y deber de educar a la prole, no lo es menos que el Escuela pueda y deba auxiliar a la familia también en el aspecto educativo. El derecho de uno se convierte en obligación para otro. Así pues, debe reconocerse que es la Familia prioritariamente y  la Escuela quienes tienen el derecho y deber de la educación, aspirando a que entre las dos sociedades haya colaboración estrecha y armónica en la labor educativa. El Sistema Educativo José Vasconcelos viene a ser un apoyo más con el que pueden contar las familias en la formación de buenos hábitos y el fomento de los valores cívicos y morales.

Cómo deben formar los padres el carácter de los hijos

Tanto la escuela como la familia deben hacer un frente común para formar el carácter de la juventud. Una juventud que es actualmente acosada por la delincuencia, las drogas, los vicios, el degeneramiento juvenil, las modas y el ambiente erotizado  que promueven los medios masivos de comunicación.
La escuela y los padres de familia deben vincular medidas para que sus esfuerzos no sean en vano. Los padres de familia deben reconocer que los principales elementos de la formación de buenos hábitos son el ejemplo, el consejo, la práctica y la corrección.
Los hijos aprenden los valores del ejemplo que reciben de sus padres, primeros maestros en la vida. El niño aprende por imitación, busca un modelo a seguir y en quién ver realizadas sus aspiraciones, y si él no ve congruencia en el hogar o en la escuela buscará un modelo a seguir en la calle, en la televisión o en la música, o en cualquier otra parte.
Por otro lado, el niño y el joven necesitan de consejo. Tienen ansia de ser escuchados y comprendidos y es precisamente en el hogar donde ellos esperan recibir las mejores recomendaciones para salir adelante en sus problemas y en la vida. Ellos buscarán en las revistas de moda, en los programas televisivos y hasta en las canciones, los consejos que no pueden recibir en la casa o en la escuela y muchas veces en la calle recibirán ideas distorsionadas de lo que es la vida, el noviazgo o la sexualidad.
Los padres deben fomentar el hábito de la puntualidad, del orden la disciplina, la responsabilidad, la limpieza, etc., por medio de reglas que se deban poner en práctica dentro de la familia o la escuela son importantes, pues sólo mediante la práctica constante se crea un hábito y se llega a la virtud.
Es también muy necesaria la corrección del hijo cuando este comete un error. No se debe solapar sus desvíos, antes bien se debe aprovechar sus errores para que aprenda a no volver a cometerlos.

Los padres no deben dejar que la televisión usurpe el lugar de ellos. No debe ser la televisión quien forme a los hijos.  Formar su carácter, formar su fuerza de voluntad y su inteligencia es la principal tarea que los padres de familia tienen para con sus hijos. No solo cuentan con el apoyo de los directivos sino que cuentan también con el apoyo de los asesores de grupo de cada escuela, ya que maestros y padres de familia deben educar juntos, en colaboración y no en conflicto o enfrentamiento. Ni todos los maestros son perfectos ni todos los padres de familia lo son. Cada quien debe asumir su responsabilidad desde el puesto y la función que le corresponde pero en vinculación, tomando en cuenta los cuatro elementos de la formación de hábitos mencionados con anterioridad.

La sociedad que queremos, la juventud y la patria que anhelamos es tarea de todos, pero el principal fundamento se adquiere desde el núcleo familiar.

Bibliografía sugerida
Caponnetto, Antonio – La Misión Educadora de la Familia – Folia, UAG  México, 2002

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